Este género ha encontrado un lugar en la vida de Bogotá, evolucionando y adaptándose sin perder su esencia e impacto cultural
El vallenato, una de las manifestaciones musicales más emblemáticas de la Costa Caribe y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, ha encontrado un hogar lejos de su cuna natural en las vibrantes y diversas calles de Bogotá. Este género, que se caracteriza por el sonido del acordeón, la caja y la guacharaca, ha logrado no solo trasladarse a la capital, sino también evolucionar y adaptarse a su nuevo entorno urbano. De ahí que desde varias instancias ciudadanas se generara la necesidad de crear un evento que promoviera, en gran formato, esta tradición entre los capitalinos. Como resultado de estas iniciativas y de la voluntad política nació el Festival Vallenato al Parque.
Vallenato en la capital
El vallenato comenzó a resonar en Bogotá en las décadas de 1960 y 1970 impulsado por la migración interna. Muchos costeños se trasladaron a la capital en busca de mejores oportunidades económicas, llevando consigo su cultura y, por supuesto, su música. En sus reuniones y festividades este género se convirtió en una forma de mantener viva su identidad y de compartir un pedazo de su tierra natal con la comunidad bogotana.
«Las primeras manifestaciones públicas de vallenato en Bogotá se dieron en pequeños bares y fondas donde los costeños se reunían. Estos espacios se convirtieron en puntos de encuentro cultural, donde la nostalgia y el deseo de preservar sus tradiciones se entrelazaron con el deseo de integrarse a la vida capitalina», explica Mauricio Rodríguez, historiador y músico de la Universidad Nacional de Colombia.
Los pioneros y la recepción del público
Figuras como Alfredo Gutiérrez y Los Hermanos Zuleta fueron fundamentales en la popularización del vallenato en Bogotá. Sus presentaciones en vivo y su música en las radios locales comenzaron a atraer la atención no solo de los costeños residentes en la capital, sino también de los bogotanos curiosos por este género musical.
Sgún Rodríguez, inicialmente, la recepción de este género en la ciudad fue mixta. Aunque muchos bogotanos lo veían como una música foránea y rústica, con el tiempo, el vallenato fue ganando adeptos gracias a su carácter alegre y sus letras narrativas que contaban historias de amor, desamor y la vida cotidiana. Así mismo, la inclusión de de esta música en las programaciones de las emisoras de la ciudad ayudaron a cimentar su popularidad.
Evolución
A lo largo de los años, el vallenato en Bogotá no solo se ha mantenido fiel a sus raíces, sino que también ha evolucionado. La influencia de otros géneros musicales y la innovación de nuevos artistas han dado lugar a una versión más urbana. Bandas y solistas jóvenes han incorporado elementos de rock, pop y otros géneros modernos, creando un vallenato contemporáneo que resuena con las nuevas generaciones.
De esta manera, el vallenato ha jugado un papel significativo en la integración cultural entre los costeños y los bogotanos. A través de la música, se han construido puentes de entendimiento y apreciación mutua, enriqueciendo el tejido social de la capital. Las letras del vallenato, con su riqueza narrativa, han permitido que los capitalinos conozcan más sobre la cultura y la vida en la Costa Caribe, promoviendo una mayor empatía y cohesión social.
Es así como con una base de seguidores leales y una generación de nuevos artistas dispuestos a experimentar y fusionar, el vallenato continúa su evolución en la capital. Ahora, su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2015 ha reforzado su importancia y la necesidad de preservarlo y promoverlo no solo en Bogotá sino en todo el país.
De ahí que, gracias al Concejo de Bogotá, el próximo 3 y 4 de agosto en la Media Torta y en el Parque Simón Bolívar, respectivamente, el vallenato se suma a los Festivales al Parque, con los propósito de rendir homenaje a ese género y su aporte cultural, de apoyar su preservación y de ofrecer a la ciudadanía diversidad en la oferta musical que tienen estos eventos.
«El Festival Vallenato al Parque se propone una reivindicación de la tradición del género en la capital, que, entre otras cosas, abrirá espacios de circulación y visibilización para agrupaciones distritales. Además, a esta fiesta se suman el Festival de la Leyenda Vallenata de Valledupar y el Festival Francisco el Hombre de Riohacha, que enviarán a algunos de sus ganadores a nuestra ciudad para visibilizar los diferentes aires y tendencias del folclor vallenato”, explica Edison Moreno, gerente de Música del Instituto Distrital de las Artes -Idartes.