El Sur Occidente de Bogotá Sumido en el Caos por Impactante Accidente en la Avenida Suba
La mañana de este viernes 23 de agosto se convirtió en una auténtica pesadilla para los habitantes del sur occidente de Bogotá, especialmente para aquellos que transitaban por la Avenida Suba. Un devastador accidente entre un bus del sistema TransMilenio y un camión mezclador de cemento paralizó la movilidad en esta concurrida arteria de la capital.
El reloj marcaba las 7:49 a.m. cuando se produjo la colisión en la localidad de Suba, exactamente en la Avenida Suba con calle 129. El impacto fue tan fuerte que el tanque de mezcla del camión volcó sobre el pavimento, mientras que la parte trasera del bus articulado quedó destrozada, evidenciando la magnitud del siniestro.
La tragedia no tardó en afectar a cientos de personas que dependían de la flota troncal del TransMilenio para llegar a sus destinos. La congestión vehicular se extendió como una mancha de aceite, alcanzando rápidamente niveles críticos. La movilidad en el sector se paralizó casi por completo, sumiendo a la zona en un caos sin precedentes. Las estaciones Av. Boyacá, Niza y Gratamira tuvieron que ser cerradas temporalmente, lo que exacerbó aún más la situación.
Con la suspensión de las rutas alimentadoras en el Portal Suba, las alternativas de transporte se vieron severamente limitadas, obligando a decenas de pasajeros a abandonar los buses y comenzar a caminar por la Avenida Suba. Las imágenes de la escena muestran a grupos de personas, incluyendo niños, jóvenes y adultos mayores, avanzando como podían por el carril de la ciclovía, generando una inesperada congestión también para los ciclistas que intentaban abrirse paso.
La desesperación y la incertidumbre se apoderaron de los afectados, quienes trataban de ayudarse mutuamente para descender de los buses. La situación se tornó aún más crítica al desconocerse, en un primer momento, el estado de los lesionados. Una ambulancia y unidades de tránsito acudieron al lugar para atender a los heridos y tratar de restablecer el orden, pero el panorama era desalentador.
Mientras las autoridades investigan las causas de la colisión, la ciudad enfrenta las consecuencias de un accidente que, por varias horas, convirtió al sur occidente de Bogotá en un caos total. Las recomendaciones para tomar rutas alternas se convirtieron en la única esperanza para quienes, impotentes, veían cómo su día se desmoronaba entre el ruido de las sirenas y el incesante murmullo de la multitud.