Mon, May 19, 2025
«Taco Boss»: México tiene casa en Bogotá y está en Prado Veraniego
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«Taco Boss»: México tiene casa en Bogotá y está en Prado Veraniego

Hay lugares que no se visitan: se viven. Y así es como describo mi experiencia en Taco Boss, un rincón encantador en Prado Veraniego que no solo sirve tacos, sino

  • Publishedabril 28, 2025

Hay lugares que no se visitan: se viven. Y así es como describo mi experiencia en Taco Boss, un rincón encantador en Prado Veraniego que no solo sirve tacos, sino que te transporta —bocado a bocado— a las calles llenas de color, tradición y sabor de México. Este restaurante no es una taquería cualquiera. Es una celebración culinaria, un homenaje auténtico a la cocina mexicana, y, sinceramente, uno de los secretos mejor guardados de la escena gastronómica bogotana.

Desde que entras, el ambiente lo dice todo: colores vibrantes, decoración típica y una energía que te abraza como si te invitaran a la mesa de una casa mexicana. La atención es cálida, cercana, de esas que te hacen sentir en confianza. No exagero cuando digo que aquí uno no solo viene a comer: viene a consentirse, a dejarse llevar por sabores intensos, por texturas crocantes, por aromas que despiertan recuerdos… o crean otros nuevos.

Una carta que conquista, un sabor que enamora

En Taco Boss, la carta es una travesía por lo mejor de México. Empiezo por contarte sobre los Tacos de Res y Tuétano, una locura de plato: jugoso bife de paleta, guacamole y un tuétano que se derrite en la boca. No hay nada igual en Bogotá. Para los más curiosos, recomiendo los Tacos Rosarito, camarones en su jugo gratinados, coronados con queso y una salsa que baila al ritmo de rancheras. Simplemente imperdibles.

Si lo tuyo es lo crujiente y potente, los Tacos Machin son la estrella: camarones capeados, mayo picante y guacamole, todo dentro de una tortilla que te hace cerrar los ojos de puro gusto. Y no puede faltar el clásico de clásicos: los Tacos al Pastor, con piña y ese sabor que te recuerda que el taco perfecto sí existe.

Pero Taco Boss va más allá del taco. Las entradas son una fiesta de sabor por sí solas. Los Chicharrones Güeros —servidos sobre guacamole y pico de gallo— son un inicio glorioso. Y los Esquites Mireyes, con maíz dulce, queso y contramuslo, son un poema de sabor callejero reinventado. Te aseguro que después del primer bocado, no vas a querer compartirlos.

Platos que abrazan el alma

¿Antojo de algo más completo? Te van a enamorar los Chilaquiles: totopos bañados en salsa roja, con huevo frito y bife de paleta. O las Enmoladas, con mole poblano, tortilla de maíz y contramuslo a la plancha. Una combinación que sabe a tradición, a comida hecha con amor y paciencia.

Y para cerrar con broche de oro: un sencillo pero bien logrado cheesecake que hace perfecto balance con el picante y lo salado de los platos.

Para beber, no pueden faltar las aguas frescas, especialmente la de jamaica o la de horchata. Aunque si vas con ganas de brindar, los Cantaritos y Mezcalitas le ponen el acento final a la experiencia.

Más que un restaurante: un lugar para volver

Lo mejor de Taco Boss es que es un lugar para todos: para ir con amigos y compartir tacos mientras se ríen fuerte; para ir en pareja y dejarse sorprender por cada plato; o incluso para ir solo, porque la comida aquí es tan buena que uno se hace compañía con cada bocado.

No hay pretensiones, solo sabor real, buen trato y precios justos. Por eso, Taco Boss se ha convertido en mi lugar favorito. Porque comer bien no es un lujo, es una dicha. Y en este pequeño México en Bogotá, esa dicha se sirve en tortillas, en mole, en camarones jugosos y chicharrones crujientes.

Así que numero lo pienses mucho.
Taco Boss te espera en Carrera 49 No. 128B – 52, con los brazos abiertos y el comal encendido.

Ve con hambre, con tiempo y con el corazón listo para saborear un pedacito de México sin salir de Bogotá.

Por: Carlos Amaya – periodista de Viajes.

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Carlos Amaya