El Bayer Leverkusen se transforma de la mano de Kasper Hjulmand

Desde que Kasper Hjulmand llegó al Bayer Leverkusen -un miércoles, según recuerda el propio entrenador danés-, Die Werkself no ha parado de jugar cada tres días, y lo ha hecho con una plantilla que incluía un 75 por ciento de jugadores nuevos, pues muchos llegaron tarde a través del mercado de fichajes.

Hjulmand fue dándole forma y estilo a su equipo al tiempo que lo iba conociendo y hoy ‘Las Aspirinas’ ocupan el quinto lugar de la clasificación en la Bundesliga, con 20 puntos, a sólo ocho de distancia del Bayern Múnich.

“No conocía ni al cuerpo técnico ni a los jugadores, así que todo era nuevo en ese sentido. Fue un gran reto intentar ganar y, al mismo tiempo, dar forma al equipo e imprimirle mis ideas y visión sin entrenamientos ni pretemporada”, dijo Hjulmand, en entrevista con la Bundesliga.
“Lo fuimos construyendo sobre la marcha, poco a poco. Siempre que uno se hace cargo de algo con estructura, descubre lo que hay y piensa en cómo puede mejorarlo. Fue como empezar todo de golpe, y ese fue, y sigue siendo, el gran reto”.

Tras la partida de Xabi Alonso, el técnico español que transformó al Leverkusen y ganó la temporada 2023/24 de la Bundesliga sin perder un solo partido, y la Copa de Alemania (DFB Pokal), el Bayer tenía la misión de regresar a los primeros planos lo más rápido posible y con Kasper Hjulmand encontraron al hombre ideal para hacerse cargo del reto.

Pero, ¿qué fue lo que priorizó?

“Ante todo, la identidad del club. Tiene una filosofía de juego clara, basada en años de éxitos y con una metodología de entrenamiento y juego definida. Existe una identidad que se expresa en el campo y esa es la base”, reconoció.
“Esto es algo que debo potenciar y del que debo crear un marco para que los jugadores se sientan libres de jugar dentro de él, pero también dejar claro cómo queremos jugar según la filosofía del club. A partir de ahí, intento encontrar combinaciones en el campo que funcionen y en las que se complementen bien los jugadores”.

Hjulmand sabe que su equipo no ha sido perfecto en todos los partidos, pero le ha recalcado a sus jugadores que el estilo de juego siempre debe ser ambicioso, intentando presionar y ser proactivos para “recuperar el balón rápidamente y ser intensos en el contraataque”.

Para ello cuenta con jugadores como el portero Mark Flekken; los defensas Grimaldo, Edmond Tapsoba y Loïc Badé; los mediocampistas Robert Andrich, Aleix García y Jonas Hofmann, y el delantero Patrik Schick, quienes, por su experiencia, se han asumido como los líderes del club.

A principios de noviembre, el Leverkusen cayó 3-0 ante el Bayern Múnich, una derrota que ni Hjulmand, ni sus jugadores olvidan. Todos, sin embargo, son realistas y saben que aún existe distancia entre ambos clubes.

“La diferencia existe, sin duda. No podemos permitir que nos metan tres goles con nuestro estilo de juego. La diferencia está ahí y, lamentablemente, hemos tenido algunos jugadores lesionados durante mucho tiempo. Creo que hay una brecha que estamos intentando acortar, pero definitivamente veo el potencial en nuestro equipo y cuánto podemos mejorar nuestro juego”, aseguró el entrenador danés.
“Cuando pienso en la temporada que tengo por delante, puedo decir con seguridad que veo potencial en esta plantilla. Para esta temporada y la próxima, intentaremos impulsar el ataque y mejorar nuestra calidad”.

El Bayer Leverkusen visita este sábado al Wolfsburgo, que ha perdido ocho de los nueve partidos más recientes en todas las competencias.

Die Werkself, además, ha ganado en tres de sus últimas cuatro visitas al Volkswagen Arena, de Wolfsburgo.