$56.000 Millones en embargos paralizan la capacidad de NUEVA EPS para atender a los colombianos
La crisis en el sistema de salud colombiano se profundiza tras una serie de embargos millonarios que han paralizado la capacidad de NUEVA EPS para cumplir con sus compromisos financieros. En una situación que revela las grietas de un sistema ya sobrecargado, 15 hospitales de Atlántico, Bolívar, Antioquía y Sucre han congelado recursos de la EPS por un monto que supera los $56.000 millones.
La magnitud del embargo ha sumido a NUEVA EPS en una situación financiera crítica, con consecuencias devastadoras para la red de atención médica del país. Estos embargos, resultado de procesos coactivos, no solo exceden la deuda real de la EPS con los hospitales, sino que han desencadenado una serie de bloqueos que amenazan con interrumpir la prestación de servicios esenciales.
El Dr. Julio Alberto Rincón, Agente Interventor de NUEVA EPS, se muestra alarmado por la situación. “Estamos enfrentando un desbordamiento de cobros indebidos que ha afectado seriamente nuestra capacidad para operar. Algunos hospitales que debían recibir sumas menores han terminado embolsándose montos mucho mayores, lo que ha generado una situación de deuda y bloqueo que está afectando la atención a nuestros afiliados”.
Los embargos incluyen a hospitales en zonas críticas, desde el Hospital Niño Jesús en Barranquilla, hasta el Hospital María Auxiliadora en Chigorodó. En Antioquía, por ejemplo, el Hospital San Juan de Dios de Concordia y la E.S.E. Hospital César Uribe Piedrahíta figuran entre los más afectados, con bloqueos que ascienden a cifras estratosféricas. Esta situación ha desencadenado una crisis de recursos que amenaza con paralizar la atención médica en regiones enteras.
Los hospitales involucrados han sido objeto de cobros coactivos gestionados por abogados que, según el Dr. Rincón, han conseguido montos desproporcionados. “En algunos casos, se ha pagado diez veces lo que originalmente se adeudaba”, revela. Esto ha resultado en una deuda ficticia que ahora pone en riesgo el acceso a los servicios de salud para miles de colombianos.
La EPS ha presentado demandas ante los organismos de control y ha solicitado a la Fiscalía General de la Nación una investigación exhaustiva. “Estamos comprometidos con resolver esta situación y garantizar que la atención médica a nuestros afiliados no se vea comprometida”, afirma el Dr. Rincón. Sin embargo, la magnitud del problema plantea serios desafíos para resolver la crisis de manera oportuna.
El impacto de estos embargos va más allá de las cifras. En comunidades donde los hospitales son el único punto de atención médica, la amenaza de cierre o limitación de servicios es una preocupación constante. La población más vulnerable, que depende en gran medida de estos servicios para cuidados básicos y emergencias, enfrenta una incertidumbre creciente.
La situación subraya la necesidad urgente de una revisión completa de los mecanismos de control y cobro en el sector salud. Mientras tanto, NUEVA EPS continúa trabajando para encontrar soluciones junto a alcaldes, gerentes de las E.S.E. y organismos de control, con la esperanza de restaurar la normalidad en la prestación de servicios de salud y asegurar que no se afecte el acceso de los colombianos a la atención médica que necesitan desesperadamente.
La crisis en el sistema de salud colombiano se agrava cada día, y la esperanza es que una acción concertada pueda mitigar el daño ya causado y prevenir futuras catástrofes en un sector que es vital para la vida y el bienestar de todos los ciudadanos.